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Hace ya algunos años en Lima se observó que los peruanos de todas partes del interior del país que iban llegando, poco a poco se iban “pituqueando” como decían vulgarmente los provincianos. Ellos veían cómo la migración había cambiado un lado de sus familiares, pero tampoco se explicaban por qué ni cómo. Pronto ellos mismos se hallarían en la misma situación. En fin, ya conocemos este problema superficialmente, pero detrás de cámaras y luces (que es donde los dizques luchadores sociales salen con su demagogia) hay personas que velan por la preservación de todo lo que sea nuestro. Hoy día nos encontramos con uno de esos misteriosos entes que ante las cámaras es pequeño como un ratón, pero cuida la cultura peruana como un león. Se trata de nada más y nada menos que del docente de danza Aníbal Nieves Román, quien trabaja para la Municipalidad de Lima en la Gerencia de Educación y Deporte. ¿Cómo está Sr. Aníbal? Yo me encuentro muy bien, ¿cómo vamos…? Viendo un poco todo...

Hoy en día, la pérdida de identidad cultural se refleja en como algunos peruanos se avergüenzan de nuestras costumbres nacionales, pero si participan en imitar las costumbres de otros países como en la forma de vestir, música, tradiciones y en la manera de hablar; como también en los prejuicios raciales en la sociedad y el deterioro cultural. Esto se debe a la carencia de formación de valores en las personas. Según Marilú Antúnez, psicóloga y especialista del  Instituto Nacional de Salud Menta l “Honorio Delgado-Hideyo Noguchi” declara que la identidad cultural fortalece la salud mental, debido a que tiene efectos positivos en el bienestar de cada individuo, influyendo en la autoestima, auto-eficacia, distinción y pertenencia.   En cuanto al sentimiento de amor hacia nuestro país, este debe ser transmitido de padres a hijos y teniendo conocimiento de nuestra historia. No obstante el peruano trata de emular las costumbres de “países desarrollados”, sin entender que...